Nuestros grupos “A Todo Cajón” y “Marinera CRL”, realizaron una presentación por Fiestas Patrias en la sede de Chorrillos.
Desde que se fundó nuestra institución, hace 146 años, nos trazamos el objetivo de participar activamente en el desarrollo de nuestro país. Y en julio, mes en el que celebramos nuestro bicentenario, no fue la excepción.
Son 200 años de independencia en un contexto singular, en medio de una pandemia mundial, razón por la cual realizamos en nuestra Sede Principal un pequeño pero significativo homenaje a cargo de las agrupaciones “A Todo Cajón” y “Marinera CRL”, quienes, respetando los protocolos de bioseguridad, exhibieron nuestra cultura a través de la música y el baile.
Historias en pandemia que enaltecen la figura de nuestros deportistas en su camino a Tokio 2020. En esta octava entrega, presentamos a la dupla más joven (21 años) de las embarcaciones 49er, y cómo es que llegaron listas para el debut más importante de sus carreras.
Tenían ya trazado el calendario del año. Primero España, luego Italia y terminarían en Francia, como parte de la gira de preparación con miras al debut en los Juegos Olímpicos en Tokio. El 2020 de María Pía Van Oordt y Diana Tudela pintaba de ensueño, pero cambió repentinamente a un panorama de incertidumbre cuando apareció el COVID-19.
“No pensaba que iba a ser tan grande como lo fue, cada aplazamiento de la cuarentena era un shock para nosotras”, recuerda María Pía. Ambas sabían que siendo las más jóvenes de la flota 49er —tienen 21 años—, lo que más debían tener era ritmo de competencia y navegación. Tras la cancelación de tres campeonatos importantes, el cierre de fronteras y el encierro, el escenario fue completamente opuesto.
Desde que se embarcaron en el reto de ser la única dupla peruana en dominar una embarcación 49er, un bote aerodinámico, rápido e inestable, que puede pasar de cuarenta kilómetros a cero en un instante, las celestes se acostumbraron a viajar a cuatro o cinco países por año para competir.
Equipo de memoria
María Pía es la tripulante, la que va delante y controla las velocidades. De pequeña fue diagnosticada con pie bot, una anomalía congénita que afecta a los músculos y huesos de los pies. En cristiano: hace que el pie afectado se oriente hacia la pierna opuesta. Para ella, terminar cojeando en cada campeonato es común y hasta satisfactorio. Quiere decir que dio todo en la cancha.Diana es la timonel, encargada de diseñar la táctica que la dupla aplica durante cada regata. Para ella, existe una palabra clave dentro de esta disciplina: «si quieres navegar en serio, tienes que ser persistente. Acá nadie se mete a navegar porque tiene talento; hay que entrenar mínimo cinco años para ser de los mejores», afirma.
Ritmo de competencia
Tras un 2020 inactivo, este año volvieron a la alta exigencia. Primero en España y luego en Portugal. En Lanzarote, una de las islas de Canarias, las peruanas llegaron a un torneo en el cual aún se estaban disputando cupos para Tokio 2020.
“Nos acordamos de lo que te pide una competencia de nivel , volver a navegar con tantas personas que tenían esas ganas por competir fue bastante exigente. Tuvimos sensaciones buenas y malas, lo que nos dio una pauta para ver en los entrenamientos lo que debíamos mejorar”, cuenta María Pía.
Poco a poco se reencontraron con la memoria muscular que demanda la embarcación, y con la capacidad de mantener el rumbo, velocidad y distancia contra los mejores navegantes del mundo. Su objetivo sigue siendo el mismo: sacar el mayor provecho de este debut y entrar al grupo de élite siendo las menores de la flota. «Tokio es el camino que nos llevará a la meta final: los JJ.OO. en París», coinciden.
Pero hoy están mentalizadas en culminar sus regatas, en dejar todo en el mar, hasta no poder mover después un solo músculo del cansancio. Y sentirse bien con ello.
Somos una universidad que cuenta con más de 50 años de experiencia formando personas que se distinguen por su calidad humana y competencia profesional de primer nivel. Actualmente, en nuestro Campus de Lima se ofrecen 8 carreras de alta demanda laboral.
Beneficios exclusivos para los asociados:
Exoneración del examen de conocimientos de aptitud verbal y aptitud matemática, no así del ensayo solicitado por el Programa Académico al que postule.
Los deportistas que aplican a este beneficio son aquellos que cuentan con la constancia de haber pertenecido al tercio superior en tercero, cuarto y quinto de secundaria (al momento de la postulación). Deberán a su vez presentar los certificados de notas de dichos años.
Dichos deportistas cuentan con facilidades para la selección de horarios.
Este beneficio no aplica al programa académico de Medicina Humana, que se rige por su sistema de admisión vigente.
Beca total: Se otorgará la beca deportiva total a los deportistas competitivos que participan en olimpiadas, campeonatos mundiales y que han sido evaluados previamente por el Comité Especializado de Pensiones de la Universidad de Piura.
Media Beca Deportiva: Se otorgará media beca deportiva sobre la pensión que le corresponde de acuerdo al colegio de procedencia, a los deportistas que obtengan logros internacionales en campeonatos reconocidos por el IPD.
Cuarto de Beca Deportiva: Se otorgará un cuarto de beca deportiva sobre la pensión que le corresponde de acuerdo al colegio de procedencia a los deportistas competitivos del club.
Procedimiento para la atención:
Para hacer efectivo el ingreso directo, se deberá solicitar al colegio de procedencia una constancia que acredite que el deportista competitivo ha mantenido el tercio superior de su promoción durante los años de secundaria.
Presentar dicha constancia al área de Admisión de la Universidad para continuar con el proceso de admisión y programar la entrevista personal.
En caso el deportista competitivo no se encuentre en tercio superior durante la secundaria, deberá realizar su proceso de admisión a través del Ingreso Regular.
Una vez el deportista competitivo sea admitido a la Universidad y desee acceder a una beca de estudio, deberá tramitar, ante el Club, la emisión de una carta de presentación, donde se indique los campeonatos en los que ha participado.
Para solicitar ½ beca de estudio, el deportista competitivo, deberá tramitar, ante el IPD, una constancia de participación en campeonatos internacionales.
Para solicitar beca completa, el deportista competitivo, deberá tramitar, ante el IPD, una constancia de participación en olimpiadas o campeonatos mundiales y deberá presentar en el área de Admisión de la Universidad el Formulario de Datos Socioeconómicos sustentado, donde se acredite la falta de recursos económicos.
*Para el caso de la Facultad de Medicina Humana, el otorgamiento de la beca y su vigencia estará en función a la disponibilidad de cada período académico, según la normativa vigente sobre becas de esa Facultad. En todo caso, el porcentaje máximo a otorgar será el de un cuarto de beca y el requisito académico para su renovación es haber obtenido un índice académico a no menor a 14 en el período académico anterior.
A través de este convenio, los deportistas del Club Regatas tienen la oportunidad de estudiar una carrera en nuestra universidad y seguir practicando el deporte que más les apasiona.
Más información:
Luciana Ceccovilli – Jefe de Admisión Teléfono: 969757008 Conócenos más:www.admisionudep.com
Historias en pandemia que enaltecen la figura de nuestros deportistas en su camino a Tokio 2020. En esta séptima entrega, te contamos cómo fue que nuestra windsurfista recuperó el tiempo perdido lejos del mar para llegar en su mejor momento a sus primeros Juegos Olímpicos.
En Pachacamac existe un terreno que la familia Bazo Germán utilizó para construir un local y organizar eventos. Un lugar de relajo y diversión para la vida pre-pandemia. Durante el 2020, ese destino cambió. Con el confinamiento decretado, María Belén Bazo hizo de ese terreno su gimnasio para no detenerse ni un día.
Utilizó piedras, palos, sogas y una bicicleta estacionaria para realizar una doble rutina diaria de ejercicios en los tres meses de inmovilización. Durante ese lapso, la windsurfista pasó por diferentes etapas: primero la de la tranquilidad y la alegría, pues el inicio de la cuarentena representó el momento para, por fin, estar con su familia. Unas merecidas vacaciones para alguien que, desde que salió del colegio, no volvió a estar más de un mes en casa. “Venía de un viaje de mes y medio en Australia y uno antes en Brasil. Quería estar en Perú, con mi familia y en mi cuarto. Me encantó volver a tener una vida normal y ordenada”, comenta.
Sin embargo, con el tiempo llegó la preocupación y el estrés, cuando se enteró que sus competidoras iban recibiendo los permisos para volver a entrenar, mientras ella llegaba a su día 100 alejada del mar.
“Nunca había parado por tanto tiempo desde que empecé a navegar. Me empecé a angustiar, porque hablaba con la federación, el IPD, y aún no salían los permisos para que nosotros podamos volver a los entrenamientos”.
La esperanza llegó con la invitación para unirse a los entrenamientos del equipo Holandés. ‘Mabe’, como la llaman en su familia, no dudó y partió en julio hacia Europa para entrenar por cuatro meses con las windsurfistas top del mundo, antes de presentarse a su primera competencia en Portugal, luego de 10 meses. “No me sentía preparada. Los meses que estuve sin mi embarcación entrené mucho en lo físico, pero no era lo mismo. Después de cuatro meses sin navegar, toparme en el mar con las mejores del ranking fue un poco difícil y frustrante”, recuerda María Belén.
Sin embargo, con el tiempo se fue emparejando. “Hoy siento que soy otra deportista y que estoy en un mejor nivel”. La postergación de los Juegos Olímpicos fue, sin saberlo, la oportunidad que necesitaba para entrenar al máximo nivel. “No tenía idea que tendría la oportunidad de entrenar con el equipo de Holanda y siento que la he aprovechado al máximo. He dado lo mejor de mi en cada entrenamiento”, afirma. Hoy María Belén Bazo está nuevamente cansada, pero feliz. Ahora, en Tokio, está en la recta final.
Historias que enaltecen la figura de nuestros deportistas en su camino a Tokio 2020. En esta sexta entrega, recordamos cómo fue que nuestra velerista obtuvo el pase a su cuarta olimpiada consecutiva.
Cuando Paloma Schmidt se retiró de Río de Janeiro en el 2016, tras su participación en los Juegos Olímpicos, lo hizo sin terminar de entender la cancha en la que había navegado. Esta era compleja, con corrientes cambiantes y la obligaba a prestar el doble de atención para interpretar lo que sucedía en cada momento de la regata. Tres años después, la velerista nacional volvió a la ciudad brasileña, pero esta vez a la bahía de Guanabara, para definir un cupo a una nueva cita olímpica, su cuarta cita consecutiva.
Su rival más fuerte era la joven Gabriella Kidd, brasileña de 22 años que obtuvo una medalla de plata en los panamericanos de Lima 2019. Un día antes de iniciarse la competencia, Paloma notó que el mástil de su embarcación estaba quebrado y su timón estaba hinchado por el calor. Pero las situaciones límite no la amilanan; por el contrario, la agrandan.
Así, luego de tres regatas en el primer día, culminó primera en la clasificación; en la segunda fecha bajó al segundo puesto, desplazada por la peligrosa Gabriella; y en el tercer día, después de una mala regata en la que iba séptima y con el resto de la flota bastante alejada, un cambio de viento inesperado —de esos que la sorprendieron en Río 2016— fue aprovechado por la celeste para escalar hasta la segunda posición. Seguía en pelea y todo se definiría en la fecha final. Aquel día Paloma voló.
«Deben haber sido las regatas más alucinantes que he corrido en muchos meses en cuanto a técnica y táctica», recuerda Paloma Schmidt, que volvía a casa empatada con Kidd en la cima de la clasificación.
Se trataba de una final Perú-Brasil. Atrás quedaron las representantes de Venezuela, Chile y Ecuador, países que también buscaban su pasaje a las olimpiadas. «Me pude concentrar en la brasileña y aplicar mi estrategia de la regata final sin el estrés de tener a alguien más persiguiéndome; la tercera en el ranking estaba a ocho puntos de distancia».
La celeste tenía dos opciones: atacar a la rival y seguir aplicando velocidad en su carrera o cambiar a una posición más conservadora y tratar de alejarse. «Cuando la vi dudando en la línea de partida fue que decidí atacarla. No sé de dónde saqué esos nervios de acero», recuerda Paloma, que logró partir delante de Gabriella, tapándole el viento y dominando la regata en todo momento.
Kidd, tras un primer reclamo que no procedió, en el último tramo volvió a gritar «¡Yuri!». Había pedido una penalización por incumplimiento de la regla 42 de propulsión; es decir, balancear la embarcación para tener más velocidad que la que da el viento. «Escuché el silbato y vi la bandera amarilla. Pensé que me habían penalizado, pero fue a ella. Sucede que, al reclamar, ella misma terminó hamacando su bote sin darse cuenta», dice la peruana. Luego de veinte minutos de regata, Paloma cruzaba primera la línea y conseguía su pasaje a Tokio 2020.
Foto: Sanyin Wu
Trayectoria histórica
Sus últimos años se resumieron en esos metros finales. Después de la experiencia en Río, Paloma Schmidt quiso ser más profesional y se obsesionó. Si una rutina no se completaba en el día, la deportista terminaba fastidiada. Durante la previa a Río entró en una fase de depresión; no salían los papeles, no tenía mucho apoyo ni tenía entrenador. «Recibías muchos portazos en la cara. La pasé realmente mal», recuerda. Ahora no; ahora quiere disfrutar de la que podría ser su última olimpiada, tanto así que, en el 2019, a mitad de año, se quedó sin preparador físico y decidió viajar a Italia, donde vive su novio. Allí convirtió su rutina en distancias en bicicleta e hizo un mantenimiento físico con todo lo aprendido a lo largo de su carrera.
Después de su debut a los 21 años en Berlín 2008 —mediante una wild card y tras convertirse en la primera velerista peruana en clasificar a Londres 2012 y vivir por primera vez, todo el tiempo, en la villa olímpica de Río 2016—, ahora llega a Tokio con 33 años y la experiencia suficiente para saber con qué obsesionarse y qué situaciones hay que dejarlas pasar.
Para Paloma Schmidt, este es un momento para disfrutar del camino que le queda en su carrera, la que ya entró en los libros de historia deportiva del Perú: es la primera mujer en clasificar a los juegos olímpicos cuatro veces consecutivas. Natalia Málaga también ostenta esa cantidad de participaciones, pero no seguidas. «No sé si serán mis últimas olimpiadas. Aún no lo decreto. Ahora solo quiero disfrutarlo. Mi carrera ha ido más allá de lo que había imaginado. Creo que ahora mi obsesión es disfrutar el camino y dejar un legado de valores en el deporte a las generaciones que vienen».
Texto publicado en la Revista Regatas. Edición 298 (2019).
Historias en pandemia que enaltecen la figura de nuestros deportistas en su camino a Tokio 2020. En esta sexta entrega, te contamos cómo fue que nuestro deportista marcó la vuelta del tenis peruano al escenario olímpico.
Desde hace algunos años, Juan Pablo Varillas se convirtió en un trotamundos del deporte. Su casa en Lima se volvió un punto de descanso cuando venía a tomarse unas cortas vacaciones luego de competir en cuanto torneo pudo. Y así, su puesto 130 del ranking de la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales) lo llevó a clasificar, a sus 25 años, a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Para él, sumarse a la delegación peruana que nos representa en la capital japonesa, es la inminente conjunción de orgullo y pasión por el deporte.
El camino no fue fácil. La ausencia de tenistas peruanos en la cita olímpica desde Atenas 2004 —el último en llegar fue Luis Horna— es la dura prueba de que su éxito no llegó de la noche a la mañana. Juan Pablo luchó durante largas temporadas para formar parte de la selecta comunidad tenística, escalando paso a paso en su ranking con cada victoria y campeonato.
Y aunque la pandemia lo retuvo por un buen tiempo fuera de las canchas, el celeste nunca se quedó quieto.
Se mantuvo físicamente impecable con todo lo que pudo: una rutina diaria, una trotadora, un par de ligas, pesas y una colchoneta fueron sus herramientas durante el encierro.
Esa determinación lo llevó a sumar tres títulos profesionales ATP (Challenger de Campiñas, Challenger de Santo Domingo y Challenger de Biella). “Cuando recibí el mensaje de clasificación no lo podía creer, es un sueño hecho realidad. Ahora toca representar al Perú de la mejor forma posible”, comentó en sus redes sociales.
Hoy Juan Pablo Varillas está listo para enfrentar al argentino Diego Schwartzman en la primera ronda del tenis individual. El partido de su vida está por comenzar.
Historias de pandemia que enaltecen la figura de nuestros deportistas en su preparación para Tokio 2020. En esta cuarta entrega, nuestro representante en tiro nos narra sobre la importancia de las sensaciones a la hora de competir.
Cuando Nicolás Pacheco llegó al aeropuerto Jorge Chávez, pudo escuchar el mensaje presidencial que anunciaba el cierre de fronteras en el país. Eran las 8 pm del domingo 15 de marzo, la pandemia por el COVID-19 ya se había desatado y él acababa de llegar en el último vuelo de Europa a Perú. En ese momento, Nicolás supo que no volvería a ver a su escopeta en un buen tiempo.
La dejó en Madrid, luego de disparar por última vez en el mundial de Chipre, evento que formó parte de su gira europea. El miedo y la incertidumbre ya rondaba en cada evento deportivo. “No sabíamos cómo te contagiabas. En Chipre, varios deportistas italianos estaban resfriados y no habían mascarillas. Pensamos en un momento que nosotros ya podríamos estar contagiados”, recuerda.
Para un deportista de tiro, con el tiempo su arma se vuelve una extensión del brazo. Aquella escopeta ya formaba parte de su cuerpo desde el 2014. Disparar con una nueva sería como pasar de ser zurdo a diestro. Para el celeste, todo se trata de las sensaciones que se generan con cada movimiento realizado, hasta el momento crucial del disparo.
“Las sensaciones buenas te llevan a los resultados”
Aquella noche en el aeropuerto, entendió que sin su arma debía enfocarse en lo físico y lo mental. A pesar del tiempo fuera de las canchas de tiro, Nicolás se mantuvo motivado entrenando desde casa, manteniendo la mente ocupada hasta que se confirmó la postergación de los Juegos Olímpicos para el 2021. “En algunos momentos no sabíamos si es que con la cancelación o postergación tendríamos que volver a clasificar. Esa era la preocupación, porque nos había costado mucho este cupo”, cuenta.
Foto: Sanyin Wu
Empezar de cero
Recuperar aquellas sensaciones también le costó, más aún estando lejos de las canchas por 10 meses. Que un deporte como el tiro, realizado al aire libre y en el que por historia siempre se practicó el distanciamiento, no pueda reactivarse, le causaba frustración. “Estuvimos encerrados casi todo el 2020. Muchos trabajan en sus casas de forma virtual, nosotros no podíamos. Nunca habíamos estado tanto tiempo sin entrenar ni competir. Fue muy difícil poder retomar el nivel”, recuerda.
Pero todos estos obstáculos le sirvieron para tener un regreso con mayores ganas. Ya en los Panamericanos de Lima, en el 2019, había decidido poner un alto a todo para dedicarse al 100% en su disciplina, y durante la pandemia se reforzó aquella decisión. “Es la única forma de mantenerse en la alta competencia”, confiesa.
Y los resultados lo acompañaron. Se reencontró con su escopeta a inicios de este año, empezó de cero y realizó algunos cambios técnicos que le dieron resultados en el circuito mundial, incluyendo un cuarto lugar en la Copa del Mundo celebrada en Lonato (Italia). “Las sensaciones que tengo ahora son mucho mejores, siento que he tenido un incremento muy positivo en mi técnica”, comenta.
En un año, Nicolás Pacheco confirmó que está preparado para el reto de conseguir una medalla olímpica. Sabe que su preparación no fue tal y como la había soñado, pero también entiende que las cosas no siempre salen como uno lo planea. “Lo importante es estar bien con uno mismo, fuerte mentalmente”. Así llega él a Tokio. Las sensaciones son buenas.
Nos dirigimos a ustedes para expresarles nuestro cordial saludo y deseo de bienestar en sus hogares.
Les informamos que hemos sido notificados que este domingo 25 de julio, los sindicatos del Club estarán llevando a cabo un nuevo plantón en la zona de ingreso a nuestra Sede Principal de Chorrillos, a partir de las 10:00 a.m.
Reiteramos que nuestra institución es respetuosa del derecho al reclamo que le asiste a todo colaborador. Sin embargo, con la intención de prevenir cualquier acción que se pueda dar fuera de este contexto, hemos coordinado con las autoridades pertinentes.
Asimismo, les solicitamos tomar las precauciones del caso al momento de asistir al Club el día domingo.
Lamentamos los inconvenientes que se puedan ocasionar.
Historias de pandemia que enaltecen la figura de nuestros deportistas en su preparación para Tokio 2020. En esta tercera entrega, nuestra badmintonista nos narra por qué está viviendo el momento más esperado de su carrera.
La lista de clasificados a Tokio 2020 seguía creciendo mientras Daniela Macías vivía un vaivén de emociones, enfrentando cada torneo y encuentro con la esperanza de alcanzar una posición en el ranking que le permitiera lograr el cupo soñado. Había perdido demasiado tiempo durante el 2020. En el bádminton, perder una o dos semanas afecta tu estilo de juego y el timing para pegarle a la pluma. Daniela tuvo que estar lejos de las canchas por más de tres meses.
“Al inicio lo vio como un merecido descanso a los viajes y competencias”, comentó la celeste en una entrevista hace algunas semanas. Sin embargo, el estrés y la frustración llegó al notar que otros países se reactivaban deportivamente. En el bádminton competir significa subir en el ranking. Daniela, desde el confinamiento, no solo perdía entrenamientos, también bajaba en el ranking.
Pero finalmente, lo consiguió. Tras volver a las canchas y disputar cuanto torneo pudo, nuestra deportista llegó al puesto 37, ingresando a la lista selecta de 42 clasificados de esta disciplina. Para ella, este es el resultado de un sueño que tiene desde los últimos 10 años, etapa en la que ingresó a la selección peruana y decidió vivir para viajar y competir sin descanso, para estudiar por las noches o en los vuelos de regreso al país.
En los últimos dos meses se dedicó exclusivamente a prepararse para Tokio. Contó con entrenadores, canchas y los suficientes recursos para realizar al detalle su plan físico y psicológico. Dejó atrás la carga de los viajes y competencias para enfocarse en lo más importante: ella misma.
Hoy su meta más grande se cumplió y está lista para demostrar sus habilidades en la cancha. En un año difícil para el país, Daniela Macías se entrega a su reto más ambicioso y busca regalarnos una alegría con una medalla olímpica.
A pocos días de celebrar el inicio de los Juegos Olímpicos, programados para disputarse del 23 de julio al 8 de agosto, los 35 deportistas que conforman la delegación nacional se encuentran listos para representarnos. Y desde el Club de Regatas “Lima”, podemos decir con orgullo que 9 deportistas de la delegación son asociados de nuestra Institución.
El mérito propio y el esfuerzo de cada miembro de la delegación, los ha llevado a ser protagonistas de la máxima cita olímpica. En cuanto a los integrantes del Club de Regatas “Lima”, Stefano Peschiera se convirtió en el primer deportista nacional en clasificar, tras colocarse en el puesto 21 de la Clase Láser en el Mundial de Vela. Esta sería su segunda participación tras representarnos en Río 2016. Dentro de esta misma disciplina, la velerista nacional Paloma Schmidt logró su cuarta clasificación a los juegos en la modalidad Laser Radial, tras imponerse en el South American Qualifier Río de Janeiro, logrando ocupar el primer lugar en el torneo. Además, por primera vez tendremos una dupla peruana compitiendo en la modalidad 49er, con Maria Pia Van Oordt y su compañera Diana Tudela, una dupla lista para su primera experiencia olímpica.
Por otro lado, María Belén Bazo logró su clasificación tras sus buenas posiciones en el Campeonato Mundial de Vela 2019, en la modalidad RS:X Windsurf. En bádminton, Daniela Macías alcanzó su pase a Tokio tras ubicarse en el puesto 37 del ranking mundial, esto gracias a su buen desempeño en los distintos torneos internacionales en los que participó. Por su parte, la esgrimista María Luisa Doig alcanzó su cupo tras obtener el primer puesto en el Torneo de Clasificación Olímpica de Esgrima, Zona América, desarrollado en Costa Rica.
Nicolás Pacheco, tirador nacional, se encuentra también listo para ser parte de los Juegos Olímpicos junto al tenista Juan Pablo Varillas, último clasificado, gracias a figurar en el puesto 130 del ranking de la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales). ¡Éxitos para todos!
