Adrián Ramos, Giuseppe Raffo, el sensei Edwin Aseretto, Matías Ramos, Gonzalo Urbina, Salvador Galdós y Nicolás Bouroncle.
Seis de nuestros karatecas celestes consiguieron subirse al podio en Miami, tanto en las modalidades de kata como en kumite: Alejandro Silva (14-15 años, avanzados) logró una medalla de plata en kata y otra de bronce en kumite; Adrián Ramos (10-11 años, nóveles), una de plata en kata; su hermano Matías Ramos (14-15 años, intermedios), el bronce en kata y kumite; Gonzalo Urbina (14-15 años, intermedios), el oro en kata y el bronce en kumite; Giuseppe Raffo (16-17 años, intermedios), la plata en kata y el oro en kumite, y Salvador Galdós (12-13 años, nóveles), el oro por partida doble, en kata y kumite.
“El Miami Open fue un nuevo reto para mí. Fui mentalizado para darlo todo”, nos dice Alejandro Silva. “Estoy muy orgulloso por haber logrado dos medallas. Mis siguientes objetivos son el Campeonato Metropolitano y el Panamericano, que cada vez se acercan más” (el primero se llevará a cabo en Lima durante la primera semana de junio; y el segundo, en agosto, en México).
Para Salvador, el torneo en Miami fue particularmente especial: significó su primera competencia internacional. “Me sentí muy nervioso al principio”, confiesa. “Pero, cuando llegué al tatami, se fueron todos los nervios y empecé a dar lo mejor de mí. Me sentí feliz. Me gustó mucho la experiencia, participar, ver a mis compañeros, apoyarlos… Quisiera repetirla. Fue un gran logro ganar dos medallas de oro en mi primer torneo internacional. Ahora tengo la vara muy alta”.
Gonzalo Urbina destaca el compañerismo que hubo entre todos los países participantes y, cómo no, entre los integrantes del equipo del Regatas. “Los padres de familia que viajaron a Miami, y nosotros mismos, los deportistas, nos hacíamos barra durante la competencia”, cuenta, antes de revelarnos sus próximos objetivos: ganar en el Campeonato Metropolitano, que es un selectivo, continuar representando al Club y, ojalá, también a la selección peruana.
Por su parte, los hermanos Matías y Adrián Ramos, de 15 y 10 años, respectivamente, también valoran de forma positiva la experiencia de conocer a nuevos competidores de diferentes países en Miami y, en su caso, el placer de reencontrarse con sus compañeros del Club, puesto que ambos actualmente viven en Canadá con su familia. “Aunque fue un campeonato muy difícil, pude ganar varios combates y llevarme dos medallas de bronce”, nos dice Matías. “Este fin de semana tengo un campeonato en Canadá, el Ontario Open, en la categoría Elite. Me estoy esforzando en cada entrenamiento para poder ganar el oro en este torneo”.
Adrián le sigue los pasos: competirá en el mismo certamen y, como su hermano mayor, entrena duro y parejo para buscar subirse al podio cada vez que le toca mostrar sus habilidades como karateca.
“Competir en un país diferente se siente distinto”, nos dice Giuseppe Raffo. “Despierta un gran interés en mí”. Nuestro karateca de 16 años destaca la preparación previa que ha tenido el equipo del Club. “Hemos participado de varios topes (colaboraciones con otros dojos) para practicar, entrenar juntos y aumentar nuestro nivel, saber qué debemos mejorar y cómo usar las estrategias planteadas por nuestro sensei. Es él quien nos ha enseñado todo lo que sabemos hasta ahora en kumite y en kata”.
Hablar de nuestro sensei es hablar de Edwin Assereto, quien nos comenta que no sabían qué nivel enfrentarían en Miami porque era la primera vez que asistían a este torneo. “La sorpresa fue que tenía el mismo nivel que el Open de las Vegas, ya que muchos de los que participan en Las Vegas estaban allí”, precisa. Sobre nuestros muchachos, resalta que se comportaron con una aptitud sobresaliente. “Los más experimentados en este tipo de campeonatos les dieron la confianza necesaria a los menos expertos. El nivel técnico y táctico que mostraron los chicos, tanto en kata como en kumite, estuvo muy bueno. Se cometieron algunos errores, que los trabajaremos para futuros torneos, pero, aun así, los resultados fueron muy positivos. Ahora seguimos preparándonos para el Campeonato Metropolitano”.
Giuseppe nos deja un consejo final, que puede servir de inspiración para todos los deportistas que, al igual que los integrantes de nuestro equipo de karate, se exigen día a día para lograr sus metas. Él lo tiene clarísimo: “Al final, el que persevera, alcanza”.
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