“Podríamos pasarnos días hablando sobre lo que Julio Noriega hizo por nuestro Club”. Con estas palabras, David Noriega, sobrino de Julio Noriega Pazos, iniciaba la ceremonia oficial del cambio de nombre del Bar Senior. El pasado 18 de febrero, durante el almuerzo de asociados vitalicios, el presidente del Consejo Directivo, Jaime Cornejo, anunció el cambio de nombre. “Es emotivo saber que fue una persona íntegra que se entregó a su Club y a sus amigos al 100%; y que ahora se le rinde este homenaje”, nos dice David.
“Gestor del Bar Senior”, detalla la placa instalada dentro del Salón Julio Noriega Pazos, quien fuera presidente del Club de 1972 a 1976, durante el centenario de nuestra institución. La placa fue develada por su hija, Angélica Noriega, y por uno de los inseparables amigos de Julio, Eduardo de las Casas. “He recordado mi juventud: el Club es mi vida. Ha tenido grandes momentos y ha crecido mucho gracias a sus asociados y a gestiones memorables, como la de Julio”, nos dice Eduardo, de 96 años de edad. “Antes de que se pusiera la placa, nosotros ya lo considerábamos su salón, por todo lo que hizo para generar este espacio”, añade.
La capacidad creativa de Julio abarcó muchas facetas. Por ejemplo, fue el autor de la letra del himno del Club y el creador de la revista REGATAS. Además, dibujó los 50 blasones exhibidos en el salón que hoy lleva su nombre. “Cada escudo representa a un amigo de Julio. Los blasones resaltan sus profesiones, los deportes que practicaban y sus debilidades… Por no decir sus mañas”, bromea David.
“Yo era muy amigo de Julio. No puedo olvidarme de él, pasamos muchos momentos juntos”, nos dice Aldo Cochella, otro de sus eternos amigos. “Veníamos con mucha frecuencia a jugar cachito, dudo y la mona… Era mi hermano del alma. También practicábamos paleta frontón”, rememora Aldo, mientras recuerda cómo Julio se las ingeniaba para dibujar los blasones. “Nunca nos decía nada, siempre nos sorprendía. Era muy bueno, tenía una gran capacidad, siempre con sentimientos nobles”.
El legado de Julio Noriega Pazos va más allá de los aspectos materiales. “Es el hombre símbolo de nuestro Club. Supo sembrar la semilla del Regatas en cada uno de sus asociados”, apunta su ahijado, Rafael Noriega.
Este año, Julio cumpliría 116 años. “Para nosotros no ha muerto, siempre llevaremos su legado. Siento honra de decir que soy su ahijado”, añade Rafael. La honra es compartida por todos los que tuvieron el gusto de conocerlo.
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