Nuestro asociado Nino Rocco y su amigo Alfonso Rivero pescan juntos desde hace más de cuatro décadas. Fernando Angulo, por su parte, se unió a ellos hace 7 años. “Cada día es un nuevo aprendizaje”, dice este último. “Pescar propicia que la mente se relaje y el alma se purifique”, dice Nino. “No importa si uno viene a pescar y se va a casa con las manos vacías; lo importante es seguir haciendo lo que amas”, agrega Fernando. Con sus respectivas cañas y un balde lleno de señuelos, se juntan por la tarde alrededor de seis horas, para pescar y compartir en nuestra playa 2. “Un día sacamos 70 cangrejos, trambollos, guitarras… incluso pulpos”, nos cuenta Fernando.
Fernando pesca desde niño. “Con 11 años iba al muelle de la playa 1 y pescaba todo lo que podía… En ese entonces abundaban las mojarrillas; me llevaba 40 o 50 cada día”, recuerda. Un día de 2015, caminando por el malecón, conoció a Nino. “Quedamos para encontrarnos en la playa 2 y hemos pescado juntos desde entonces”, nos cuenta Fernando, que lleva 52 años como asociado activo del Club. “Hemos formado un ambiente agradable; pescamos durante todas las estaciones del año”, afirma.
Nino trabajaba en Roma, Italia, cuando conoció a Sofía Phillips. “Cuando la vi, quedé encantado; fue amor a primera vista”, nos dice, aún impactado por la belleza de quien ahora es su esposa. En 1964, Nino, italiano de nacimiento, decidió mudarse al Perú, el país de Sofía, y unos años más tarde también se enamoró de nuestro Club de Regatas “Lima”.
Tanto Nino como Fernando confiesan que el Club es su segunda casa. En un momento de su historia, ya casados, Nino y Sofía ganaron un premio maravilloso: una gira alrededor del mundo. “Viajé mucho ese año, pero nunca vi algo tan extraordinario como el Regatas”, afirma Nino, antes de volver a echar su caña al mar. Bajo el sol de diciembre, estos amigos seguirán pasando la tarde frente a nuestra playa 2, mientras comparten recuerdos, charlas y, cómo no, su amor por la pesca.