El Consejo Directivo del Club inspeccionó las obras.
“Una cosa es hablar sobre lo que se va a hacer y otra es constatar lo que se está haciendo”, nos dice el Ing. Eduardo Ruiz Gordon, nuestro director de Proyectos e Infraestructura. Bajo esta premisa, el Consejo Directivo del Club inspeccionó las obras de reforzamiento que se vienen realizando en el emblemático edificio de siete pisos de la sede de Chorrillos.
En principio, el proyecto solo comprendía la construcción de nuevas placas y el ensanchamiento de columnas y vigas que, según los informes técnicos realizados sobre la base de los planos estructurales, corrían el riesgo de fallar ante un eventual sismo de gran magnitud. Sin embargo, al momento de la construcción se encontraron una serie de vicios ocultos (corrosión en acero por falta de recubrimiento, presencia de petróleo y aguas residuales, deterioro de techos por humedad, etc.) que obligaron a modificar algunos ambientes y estructuras de distintos pisos.
La obra de reforzamiento del edificio comenzó formalmente el 3 de diciembre de 2021. Se tenía previsto concluirla a finales de mayo de este año (2022), pero, dados los vicios ocultos mencionados anteriormente, tendrá un leve retraso.
El contratiempo, sin embargo, ha sido encarado como una oportunidad para remodelar y optimizar diversos ambientes del edificio. Por ejemplo, en el cuarto piso (donde están los baños turcos) se encontró que la losa de techo del área del sauna seco se hallaba en un estado crítico de corrosión. En consecuencia, el proyectista, el Ing. Arnaldo Chávez, recomendó la demolición de dos paños de losa y la construcción, en su lugar, de una losa maciza reforzada e impermeabilizada. “En el piso superior estaban los calderos viejos, que generaban calor y vapor para que funcionara todo el sauna”, detalla el Ing. Ruiz Gordon. “Cada vez que íbamos al quinto piso veíamos gotas en el techo, el piso mojado. Era una habitación dentro de un ambiente cerrado que no estaba preparado para recibir humedad; el techo de concreto no era impermeable, absorbía agua. La salinidad proveniente del mar, junto con la humedad propia del ambiente, son como un cáncer para el concreto: penetra hacia su interior y corroe su refuerzo de acero, que, al expandirse, hace que el techo se empiece a caer de a poquitos”.
El techo estaba carcomido; el fierro expuesto, oxidado; y las vigas, rajadas, muy debilitadas por la humedad. “Y con el peso de cuatro toneladas de los calderos que había en el piso superior, en cualquier momento ese techo podía caer y afectar a los usuarios del sauna”, agrega el Ing. Ruiz Gordon.
Como consecuencia, se tomó la decisión de renovar, ampliar y reubicar las salas de masaje y las cámaras de sauna seco y vapor para varones.
“A raíz de los vicios ocultos y de las demoliciones que se han tenido que hacer, nos hemos visto obligados a intervenir en pisos que no estaban considerados desde un inicio”, indica la Arq. Yhandira Bombilla, jefa de Proyectos del Club. “Cada uno tiene una naturaleza diferente”, añade. Así, el primer nivel, en el que se encuentran la piscina temperada y vestuarios, será remodelado en su integridad, al verse bastante afectado por las intervenciones estructurales.
En el segundo nivel, que corresponde al gimnasio, se cambiarán los pisos. En el tercero, se implementará el nuevo Spa de damas, que contará, entre otras comodidades, con salas de masajes, cámara seca y de vapor, peluquería, cafetería, hidromasajes y sala de reposo.
En el cuarto piso, las mejoras en el sauna de varones ya mencionadas. El quinto, destinado a las actividades culturales, también se remodelará para los diversos talleres, mientras que, en el sexto, se realizará el mejoramiento del falso cielo que había sobre el chifa.
“En el piso siete funcionaba el bar senior, que se inundó a raíz de unos trabajos inconclusos en el techo del edificio”, cuenta el Ing. Ruiz Gordon. “El enchape de madera se hinchó y se tuvo que sacar todo el parquet, y el agua bajó hasta los pisos seis y cinco”. Con motivo del deterioro generalizado del bar senior, surgió la idea de implementar allí un nuevo proyecto: un restaurante con terraza abierta, aprovechando la fabulosa vista al mar. “Sería el mejor restaurante de Lima”, agrega.
Como broche de oro, la fachada del edificio de siete pisos también cambiará totalmente de aspecto, gracias al diseño de envolvente que implementará el Arq. Enrique Santillana Ciriani. La designación de su propuesta se dio luego de un concurso en el que, como jurado, participaron arquitectos de la talla de Juvenal Baracco (profesor principal de Diseño en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Ricardo Palma desde 1971), Enrique Bonilla Di Tola (director de la carrera de Arquitectura de la Universidad de Lima, ganador del primer premio de la XII Bienal Nacional de Arquitectura 2003 y de la Orden del Sol del Colegio de Arquitectos del Perú) y José Gaviria (arquitecto con estudios de posgrado en la Erasmus University Rotterdam de Países Bajos y exvicepresidente de la reconocida firma arquitectónica internacional de Bernardo Fort-Brescia).